Somos el tercer país de América Latina con mayor cantidad de cirugías plásticas, empatados con Brasil y sólo después de Venezuela y Colombia. Esto de acuerdo a un estudio de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética. Y los nuevos clientes que buscan un cambio en su apariencia, son jóvenes que van de los 13 años a los 20.

De acuerdo a cirujanos, no hay nada de malo con que los adolescentes quieran una intervención para mejorar su aspecto, el problema viene cuando desean hacerlo basándose en una moda o por presión social.

Ejemplos como Kim Kardashian o Kylie Jenner influyen demasiado en la búsqueda de un estereotipo de belleza muy exagerado: labios enormes, trasero y senos grandes y una cintura pequeña. 

Es en estos casos cuando deberías preocuparte por el deseo de tu hija de modificar su cuerpo. Sin embargo también está el caso de querer corregir alguna parte que les baja la autoestima o los hace sentir inseguros.

“En estas situaciones recomendamos la cirugía a adolescentes. Una nariz desviada, verrugas en el rostro o levantar párpados caídos antes de tiempo, no tienen nada de malo e incluso siempre recomendamos a los padres que en estos casos escuchen a sus hijos”.

Esto en palabras del cirujano Raúl Alfonso Vallarta Rodríguez, presidente de  Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER), quien añadió que para estos pacientes, una cirugía plástica puede ser de mucha ayuda, ya que puede contribuir en una recuperación de la autoestima o en menos inseguridades que la mayoría vive en esta etapa.

Así que si tu hija o hijo te piden apoyo para hacerse una cirugía estética, valora la situación que pasan, muchas veces y aunque estés en contra, este procedimiento les da la posibilidad de cambiar sus vidas de manera positiva, no siempre te pedirán senos enormes o pectorales falsos.