Ya llegó a esa edad. Aunque tú siempre la verás como una bebé, ella está en otra etapa. Y una de las cosas que más le llamará la atención, pero deberá llevar con mucha responsabilidad, es el sexo.

¿Y quién mejor que mamá para hablarle de ello? No importa si te sientes incómoda o viceversa, si crees que te falta información o que tienes demasiada; el punto es que hables con ella sobre los pros y contras del sexo, sobre todo en la actualidad que se ha hecho tan común pero también muy peligroso.

Lo más importante que debes enseñarle a tu hija es que no haga nada que no quiera. Explícale que el sexo siempre debe ser consensuado y que en el momento donde ella sienta que algo no le gusta o no está preparada, nadie puede obligarla a hacer lo contrario o ejercer presión sobre ella.

También debes hablarle de todos los métodos anticonceptivos y motivarla para que aprenda que una revisión ginecológica será necesaria cada seis meses o mínimo una vez al año.

El cambio en su cuerpo tras la pubertad es otro tema importante. Tal vez haya modificaciones como adolescente que no le agraden, como el acné constante, el hecho de tener senos muy grandes o muy pequeños y la adaptación a la menstruación. Mientras más abierta seas con ella y le platiques tu experiencia en estos temas, mejor se sentirá.

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS), Virus del Papiloma Humano (VPH) y el Virus de Auto-inmunodeficiencia Humana (VIH) son otros de los tópicos que no debes dejar pasar porque son de gran peligro y no olvides que algunas aún no tienen cura.

La doctora Leslie Kantor, directora nacional de educación en Planned Parenthood Federation of America, dice que la clave es aguantar. “Seguro tu hija te hará caras, tratará de ignorarte o incluso intentará huir. Pero tú debes insistir hasta que la confianza llegue y poco a poco puedas hablar con ella de cualquier tema sexual”.