Expertos del Servicio de Salud del Reino Unido la National Health System (NHS) y la Universidad de Harvard creen que hay miles de personas que sufren incontinencia fecal, pese a que no hay estadísticas a nivel global.

Afirman que generalmente lo callan por “pena” y recurren a ayuda una vez que se encuentran desesperadas o debido a que se enteraron ya existen soluciones.

Este problema suele surgir luego de un embarazo, tras unos meses las heces se comienzan a “escapar” accidentalmente del recto.

“En circunstancias normales, las heces entran en la porción final del intestino grueso, llamada recto, donde se almacenan temporalmente hasta que se produce un movimiento intestinal”, explica la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

Factores que causan este tipo de incontinencia:

  • El esfínter anal se vuelve débil y es incapaz de contener las heces.
  • Diarrea constante o estreñimiento, debido a que el nervio pudendo sufre un debilitamiento, producto de intensos esfuerzos por años.
  • El parto.
  • Una cirugía anal.
  • Daños en los nervios o músculos del ano o recto.
  • El Síndrome del Intestino Irritable.

La NHS dice que la incontinencia fecal varia muchísimo: “Algunas personas sienten una necesidad urgente de ir al baño pero son incapaces de llegar al baño a tiempo. Este tipo de incontinencia es conocida como incontinencia intestinal de urgencia”.

Existe otra que es conocida como pasiva, y ocurre cuando las personas no experimentan ninguna sensación de ir al baño, sus heces se escapan y los afectados no se dan cuenta.

La incontinencia fecal es mucho más común en mujeres que en hombres y puede ocurrir a cualquier edad, nuestra fisionomía y el parto son grandes factores.

El doctor Jorge Baixauli, especialista en Cirugía General y Digestiva de la Clínica Universidad de Navarra en España, dice que las mujeres que sufren incontinencia fecal poco después del parto es poco. “Hoy en día, los procedimientos médicos permiten que las lesiones obstétricas se detecten y se reparen de forma inmediata”.

Pero afirma que la evolución natural de los tejidos de las mujeres, los cambios hormonales, la menopausia, las alteraciones de su suelo pélvico hacen que este problema se presente muchos años después de haber dado a luz, muchas veces ocurre en la vejez, estos problemas pueden curarse o controlarse.

La solución a este tipo de incontinencias, puede ser un cambio de alimentación así como un estilo de vida, medicación, la estimulación del nervio sacro, irrigación rectal e intervenciones quirúrgicas a veces son la última solución al problema. Pero lo más importante es acudir a un especialista si notas que algo no marcha bien.