Si eres mamá primeriza es importante que le vayas enseñando a tu hijo a dormir, de acuerdo al Instituto del Sueño, los bebés de seis meses pueden aprenderlo a hacer hasta nueve horas seguidas y sin interrupciones por la noche.

Es importante que sepas que la cantidad de sueño nocturno es variable en cada menor, algunos duermen más otros menos, pero lo que indica el Instituto del Sueño es que la mayoría debe ser capaz de dormir toda la noche.

Durante los primeros meses los bebés no tienen un ritmo de sueño, pues los recién nacidos duermen de 16 a 17 horas y se despiertan cada 1 o 3 horas, esto proporcionado por la Asociación de Pediatría Española.

Aquí te dejamos una lista de sugerencias para que cuides la calidad de sueño de tu hijo que es vital para su desarrollo y estado de ánimo, su alteración crónica puede tener también repercusiones físicas, especialmente fallo de medro, o sea, un crecimiento retrasado o puede desarrollar algún trastorno del sueño.

No despertarlo para comer:

A menos que sea una indicación especial de tu pediatra.

Cuida que no se duerma mientras duerme:

Debe estar despierto mientras come, es difícil, pero manténlo despierto con caricias, ya que de lo contrario aprenderá a asociar la comida con el sueño. Es cuestión de mantener una rutina, aliméntalo en el mismo lugar.

La preparación del niño:

El momento de irse a dormir puede causar ansiedad en el  menor por que se separa de los padres, entonces se vuelve un circulo vicioso, porque si hay una molestia de inmediatamente se buscará consolar al pequeño.

Rutina:

Quédate con tu hijo entre 10 a 30 minutos con él, puedes contarle un cuento o hacer una actividad relajante, antes de ponerlo en la cama.

Evita actividades físicas como correr, saltar o historias de terror.

El niño debe estar en conocimiento de algunos límites, por ejemplo, saber la cantidad de tiempo que el padre le va a dedicar, que no debe excederse.

No lo complazcas:

Si tiene sed o quedarse más tiempo del acordado pues percibirá que la hora de acostarse se puede postergar, establece las rutinas.

Deja que aprenda a dormirse solo:

Cuando se despierte por estar mojado, cámbialo pero déjalo somnoliento, no lo estimules, para que detecte que es aburrida la noche, hazlo con poca luz, así después de ponerlo en la cuna aprenderá a quedarse dormido.

En la noche no se juega:

Como mencionamos anteriormente, es recomendable no jugar antes de dormir, las noches deben parecer aburridas, reserva todos los juegos para el día.

Por último, según la Asociación Española de Pediatría, es recomendable que sigas los mismos horarios que tu bebé, pues aseguran que la falta de sueño es un factor importante para que aparezca la depresión postparto.

Debes poner atención si detectas lo siguiente y acudir al especialista, quien determinará si tu hijo tiene un trastorno del sueño:

  • Se consume una gran cantidad de tiempo intentando ayudar al niño a quedarse dormido.
  • Se despierta varias veces durante la noche.
  • La falta de sueño repercute en la conducta y el ánimo del niño.
  • Los padres no pueden dormir bien debido al mal dormir del niño.