Cómo hablar con tus hijos sobre las discapacidades ahora que volvieron a la escuela dependerá en gran medida de la edad de tu hijo, de si tiene capacidades diferentes o no, y cuáles son las políticas en las escuelas. Pero no importa qué, siempre debes pensar en la bondad y la compasión.

Nunca será particularmente fácil hablar con tus hijos sobre las diferentes fortalezas que todos tenemos o cómo algunos de nosotros somos diferentes, pero no debemos permitir que nuestros miedos o ansiedades guíen nuestra mano cuando se trata de ayudar a los niños a ser compasivos. Muchos niños no entienden cómo interactuar con pequeños que son “diferentes”, y esto puede ser problemático porque pierden la paciencia y los excluyen de actividades. Nosotros, como padres, tenemos que hablar con nuestros hijos sobre cómo cada persona es diferente y el respeto.

El experto en el tema y paraprofesional, Javier Alvogado, explica: “La mejor forma en que ayudamos a otros estudiantes a aprender cómo interactuar con niños con discapacidades es ser un buen ejemplo nosotros mismos”. Esto tiene sentido. Si tus hijos te ven actuar con amabilidad o ser paciente en circunstancias difíciles, es más probable que tengan el mismo nivel de paciencia. Pero si te ven constantemente enojarte por retrasos o pequeños inconvenientes, actuarán igual.

Seamos sinceras. Hay momentos en que todos somos perdemos la paciencia y nuestros hijos lo ven. Ellos ven todo. Hasta las acciones más pequeñas y que crees inofensivas. No parece mucho, pero hace un daño real cuando tus hijos van a clase y no quieren esperar al niño al que le lleva más tiempo atar sus zapatos, o la niña que necesita ayuda para abrir su lonchera. “Los comportamientos que modelamos más son los que captan”, dice Alvogado.

Sería fácil dejarlo allí y creer que la ósmosis es todo lo que se necesita, pero es más complicado que eso. La maestra de necesidades especiales y madre de un pequeño así, Allie Ginsburg, de Brooklyn, Nueva York, dice que “debe ser una conversación continua. Cuando almuerce, explíquele que no todos los niños comerán de la misma manera o serán tan limpios, y que podría ser porque tienen dificultades para moverse o alimentarse”.

Ella dice que prácticamente todo es un posible momento de enseñanza, pero que si lo divides en sus componentes más pequeños, “solo se trata de enseñarles a nuestros hijos que todos son diferentes y que harán las cosas a diferentes velocidades y utilizando diferentes herramientas”.

Ella dice que también es importante hablar con ellos y explicarles cómo los niños también pueden verse diferentes debido a discapacidades, o usar aparatos como audífonos, muletas, sillas de ruedas o dispositivos adaptativos como pelotas de rebote y gomitas. “Puede asustar a los niños el ver a otros niños que no pueden respirar o moverse solos. Eso puede hacer que actúen fuera de su carácter. Si están preparados para ello, es mejor para todos”, explica Ginsburg.

Nadie quiere escuchar que su hijo es un bully o es bulleado. Si puedes enseñarles respeto ante todo, el mundo será un lugar más amable para todos.