La mamá británica Shona Keetley escuchó un ruido cuando ella y su hijo de 18 meses, George, se deslizaron juntos (George sentado entre sus piernas), por una resbaladilla grande para niños: se trataba de la pierna de su pequeño, que acababa de romperse.

Como George era demasiado pequeño, ella decidió deslizarse con él y protegerlo con su cuerpo, sin  embargo a la mitad del tobogán, el zapato de su hijo se atascó y su rodilla derecha se dobló debajo de él. Ella escuchó como la pierna se había roto y ahora quiere que que otros padres escuchen ese sonido que a ella la llena de vergüenza, ver sus lágrimas, ver el destello de asombro en su rostro, prestar atención a su advertencia.

El sitio web británico de crianza de niños Channel Mum publicó el video en YouTube el jueves como un anuncio de servicio público de advertencia de que “presenta algunas imágenes angustiantes que pueden no ser adecuadas para todos los espectadores”. Y la grabación ya se hizo viral.

“Simplemente no pensé que terminaría en una pierna rota”, escribió Keetley en la página de Facebook de Channel Mum. “Realmente estábamos en un día familiar, él vio el área de juegos y gritó que quería ir al tobogán, así que le dije a mi esposo que iría con él y luego nos iríamos”.

En septiembre pasado, la Academia Estadounidense de Pediatría publicó un informe que decía que casi 353,000 niños menores de 6 años resultaron heridos en resbaladillas tan solo en Estados Unidos de 2002 a 20015. Muchas de las lesiones, fueron fracturas en las piernas.

El mayor porcentaje de lesiones ocurrió con los niños más pequeños, niños de entre 12 y 23 meses, informó el estudio y más de un tercio de las lesiones en las piernas ocurrieron en la parte inferior. Y, la mayoría de los casos ocurrieron cuando el pie de un niño se enganchó en el borde o la parte inferior del tobogán, y luego se retorció y dobló hacia atrás mientras estaba sentado en el regazo de uno de los padres, según el informe.

Un niño que se deslice solo tiene menos probabilidades de sufrir lesiones si no lo empuja el impulso hacia delante de una persona más grande y más pesada que se deslice con él, según el informe. Los investigadores recomendaron que los adultos y los adolescentes no viajen en toboganes con niños en sus regazos.