Cuando los bebés son pequeños, incluso en el útero, chuparse el dedo es lo más lindo. Cuando los bebés crecen un poco y usan el pulgar para calmarse a sí mismos para dormir, es bastante útil. Pero llega un punto, por lo general, que comienza en el preescolar, cuando tu pequeño puede necesitar un poco de aliento para dejar el hábito y aquí hay 5 formas de evitar que tu hijo se chupe el dedo.

Para los niños mayores que dependen de chuparse el dedo, llegar a la raíz de la ansiedad que suavizan u ofrecer elogios por no hacerlo puede ser una herramienta útil para que se detengan. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayoría de los niños superarán el hábito por sí solos y que hacer muchas cosas puede hacer más daño que bien. La Clínica Mayo explicó que no debes preocuparte de que un niño se chupe el dedo hasta que salgan los dientes permanentes. “Ahí la succión del pulgar podría comenzar a afectar el paladar o cómo los dientes se alinean”.

El rigor con el que tu hijo chupa también es un factor. El daño es “más probable que ocurra si un niño chupa con fuerza, a diferencia de descansar pasivamente el pulgar en la boca”, según la Clínica Mayo. Si tu hijo chupa de forma agresiva y sin parar, estos trucos ayudarán a parar el hábito.

1 Llegar a la raíz de su ansiedad:
La mayoría de los niños pequeños chupan sus pulgares para calmarse en momentos de ansiedad o cansancio. La autora de Breakthumbsucking.com, Runa Mowla-Copley, explicó que primero debes tratar de encontrar las causas de la succión del pulgar: “Las razones más comunes para chuparse los dedos son la ansiedad, el aburrimiento, el cansancio y el alivio de uno mismo”. Si puedes reconocer esos factores desencadenantes, puedes ofrecer soluciones alternativas para ayudarlos.

2 Habla sobre eso:
La mayoría de los pequeños no tienen la menor idea de por qué algo tan más reconfortante sería malo para ellos. Probablemente tendrás que explicarles claramente las consecuencias de chuparse el dedo. Asimismo, explica que los adultos no hacen eso. WebMd recomendó: “idee formas creativas para ayudar a su hijo a comprender que crece y que ya no debe chuparse el dedo”.

3 Ayúdalos a no chupar:
Ofrecer elogios cuando tu hijo no se chupe el dedo es una excelente manera de lograr que continúe ese comportamiento. The Washington Post señaló que criticar a tu hijo por chuparse el dedo puede ser contraproducente. “No arengues a tus hijos ni los avergüences, porque eso podría ser contraproducente y hacer que además del dedo, se mesan o se muerdan las uñas”.

4 Dales recordatorios suaves:
Muchos niños pequeños no se dan cuenta de que se chupan el dedo pulgar; es un hábito al que recurren subconscientemente en busca de consuelo. La Clínica Mayo sugirió: “No regañe, critique o ridiculice a su hijo. Para evitar la vergüenza frente a los demás, podrías alertar a tu hijo sobre la succión del pulgar con una señal de mano especial u otra señal privada”.

5 Envuelve el pulgar en un calcetín:
A veces los niños simplemente no se dan cuenta de que chupan el pulgar, sobre todo durante la noche. Envolver el pulgar de tu hijo en un calcetín puede ayudarlo a romper el hábito.