Los estudios han demostrado que el eccema podría estar relacionado con un crecimiento excesivo de bacterias malas en el intestino, lo que aumenta el riesgo de asma y alergias, según cuenta la autora de best sellers Dra. Tanya Altmann, las prácticas médicas modernas hallaron que un desequilibrio generalizado de bacterias en el sistema digestivo podría ser el culpable.

“Si miras a los bebés hace 100 años, nacieron con las bacterias buenas y las obtuvieron de mamá en el proceso de parto”, pero el uso excesivo crónico de procedimientos y medicamentos como cesáreas y antibióticos significa que las madres tienen menos bacterias beneficiosas en sus sistemas ahora, “incluso si haces todo bien”, agrega la Dra. Altmann.

Inquietantemente, investigadores de la Universidad de California, Davis descubrieron que un gran número de bebés hoy en día carecen por completo de una cepa clave del microbioma, B. infantis, como informó The Huffington Post, que protege el intestino. Sin B. infantis, continuó el artículo, los bebés pierden los ácidos grasos necesarios en la leche materna porque no pueden digerir bien.

Sin embargo, hay algo que puedes hacer para ayudar a revertir este desequilibrio. Como explica la Dra. Altmann, darle a tu bebé probióticos de alta calidad puede reducir en un 80% las bacterias intestinales patógenas dañinas y así evitar alergias, asma y eccema.

Si tu bebé ya desarrolló eccema, los probióticos seguirán siendo útiles, pero también es posible que tengas que eliminar al menos temporalmente ciertos alimentos de su dieta. “Lo que a menudo vemos es que los padres les quitan a sus hijos demasiadas cosas y luego los niños no obtienen suficiente nutrición que empeora el eccema”, advierte la Dra. Altmann.

Si intentas quitar alimentos, quita los posibles alergenos durante dos o tres semanas, según lo recomendado por AskDrSears.com. Si ves mejorías importantes, intenta volver a introducir los alimentos de uno en uno para descubrir cuál es la causa de la alergia. Y la investigación muestra que los siguientes alimentos, se encuentran entre los culpables más comunes.

1 Leche:
Una de las alergias alimentarias más comunes en los niños, de acuerdo con el Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología, los lácteos son fáciles de evitar en estos días gracias a la creciente popularidad de las “leches” veganas y aperitivos. Por lo que si un alimento contiene productos lácteos, por lo general es bastante fácil de decir.

2 Huevos:
Entre los niños menores de 5 años que tienen el eccema, hasta el 30% también puede tener una alergia alimentaria, informó la Asociación Nacional de Eccema… y muchas veces los huevos son el alimento dañino.

3  Cacahuates y nueces de árbol:
La prevalencia de alergias a las nueces en niños probablemente no es nueva, pero aquí hay otro fastidio: a diferencia de la mayoría de las alergias alimentarias, las alergias a las nueces no disminuyen o desaparecen con la edad en la mayoría de los casos, según un estudio publicado en The Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology. Afortunadamente, los frutos secos son incluso más fáciles de evitar que los lácteos.