Por mucho que comprendamos que los hábitos de sueño de calidad son importantes para nuestra salud en general, la realidad es que, para muchas personas, no es posible obtener un sólido ocho horas a la misma hora todas las noches. Ya sea que tus hábitos de sueño sean rechazados por un bebé que no duerme, un trabajo que requiera que trabajes en turnos nocturnos o simplemente insomnio, muchos estamos estancados sintiéndonos crónicamente atontados. Pero aunque la falta de sueño puede causar problemas de salud, un estudio reciente descubrió que tus ritmos circadianos podrían afectar tu riesgo de cáncer de mama, según Science Daily.

Los científicos están constantemente investigando formas de tratar mejor o prevenir el cáncer, y una de las cosas que descubrieron es que las interrupciones en los ritmos circadianos, también conocidos como “relojes internos” de nuestro cuerpo, pueden aumentar el riesgo de cáncer.

Ahora, gracias a los investigadores de la Universidad de Texas A&M, podemos saber un poco más sobre por qué ocurre, al menos en los casos de cáncer de mama. En el estudio, publicado en la revista científica Development, investigadores encontraron que la misma parte del cerebro que controla los patrones del sueño controla los “relojes periféricos” relacionados en nuestros cuerpos.

Dentro del reloj periférico de cada célula hay un mecanismo regulador llamado Período 2 (también conocido como Per2), que también desempeña “una función crucial” en el desarrollo de las glándulas mamarias en los mamíferos, y que tiene un efecto protector contra el cáncer de mama en ratones. Sin embargo, cuando se interrumpen los ritmos circadianos, ese proceso puede interferirse, lo que pone a las mujeres en mayor riesgo de desarrollar tumores.

La comunidad científica ha recorrido un largo camino para comprender el cáncer de mama: aunque es el tipo más común de cáncer en las mujeres, las tasas de supervivencia ahora pueden llegar al 99% si se detectan temprano y no se diseminan, según New Scientist. La teoría es que las interrupciones en los ritmos circadianos afectan la producción de melatonina, que según Reuters puede “actuar como un antioxidante que protege el ADN del tipo de daño que lleva al cáncer”.

En 2016, un estudio realizado por investigadores del Instituto Koch de Integrative Cancer Research del MIT descubrió que cuando los ciclos normales de luz/oscuridad se interrumpen, como cuando se trabaja en turnos nocturnos o cuando hay jet lag, los niveles de la proteína codificada por Per2 no fluctúa como debe hacerlo, lo que permite que tumores de pulmón crezcan rápido y más agresivos. Ahora, esta investigación sugiere que ocurre un proceso similar con el cáncer de mama.

El investigador principal Weston Porter dijo a Science Daily que ellos creen” que existe una relación directa “entre Per2 y el desarrollo de cáncer de seno”. Y los hallazgos de Porter parecen extremadamente valiosos para saber por qué la interrupción del ritmo circadiano puede poner a las mujeres en riesgo.

Aunque la falta de respuestas definitivas es aterradora (especialmente para quienes trabajan como enfermeras, bomberos u otros trabajos en los que los turnos nocturnos son esenciales), por ahora, hay al menos algunas opciones para mitigar las interrupciones prevenibles del sueño hasta que los investigadores puedan proporcionar mejores respuestas.

Por un lado, es una buena idea limitar la exposición a la luz azul durante la noche, según The Telegraph, que puede mantenerte despierto innecesariamente (en otras palabras, apaga el teléfono o tablet) y limitar las conductas de estilo de vida como beber, fumar y malos hábitos alimenticios. ¿Y si trabajas horas diurnas? Haz de dormir toda la noche una prioridad siempre que sea posible.