Cuando se trata de cosas serias en tus hijos, como la asfixia, la educación es la mejor manera de estar preparada. Es posible que hayas tomado un curso de CPR o Heimlich antes de tener a tu bebé, pero siempre es una buena idea repasar cada oportunidad que tienes. La tos reveladora puede ser un signo de asfixia, pero también hay signos de que su bebé se está ahogando y debes vigilarlos.

Según el Dr. Daniel J. Levy, MD, FAAP, profesor asociado de Pediatría en la Universidad de Maryland y la Escuela de Medicina Johns Hopkins, la tos es la señal número uno de que algo está bloqueando parcialmente las vías respiratorias superiores. “Si el niño está haciendo ruido con la tos, la vía aérea superior no está completamente bloqueada. Sin embargo, si el niño hace movimientos parecidos a los de la tos sin hacer ruido, la vía aérea está completamente bloqueada”. Entonces, el silencio es un buen indicador de un escenario de asfixia, ya que la tos significa que al menos algo de aire pasa a través de las vías respiratorias.

Debido a que los bebés todavía están aprendiendo a masticar y tragar, y debido a que son propensos a explorar sus mundos poniéndose todo en la boca, es importante mantenerte alerta. Asegúrate de cuidar a tu bebé mientras come y juega, y trata de mantener todos los posibles riesgos de atragantamiento fuera de su alcance. Aquí hay algunas otras señales de que tu hijo se podría estar ahogando.

1 Incapaz de respirar o jadeo constante:
Si tu pequeño está luchando por respirar, es una señal segura de que algo anda mal. Levy dice, “rápidamente gire al bebé boca abajo, apoyando la cabeza para que esté en línea con la columna vertebral”. Esto, con suerte, ayudará a desalojar todo lo que bloquea sus vías respiratorias.

También el bebé podría estar jadeando, tosiendo o resollando mientras lucha por sacar el objeto de sus vías respiratorias. Abstente de intentar barrer el objeto con el dedo, ya que podrías empujarlo más. En cambio, dice Levy, intenta tres golpes en el medio de la espalda con el talón de la mano.

2 No puede hablar, llorar o hacer ruido:
Si tu hijo está luchando en silencio, es probable que se esté ahogando. Estar bien versado en los procedimientos de emergencia puede ayudarte a mantener la calma y ayudar a tu hijo. “Si los golpes de espalda no son exitosos”, señala Levy, “las compresiones agudas en la parte media del esternón con el índice y el dedo medio son equivalentes a una maniobra de Heimlich para bebés”.

3 Se queda inconsciente:
Estar inconsciente después de luchar un poco muestra que tu bebé está perdiendo oxígeno. Es vital iniciar compresiones para intentar desalojar el objeto. Ten en cuenta, dice Levy, que el Heimlich tradicional, con un fuerte empuje debajo de la caja torácica, no se usa hasta los 3 años de edad para evitar el sangrado interno y el daño al hígado.

Las situaciones de asfixia pueden ser aterradoras para la experiencia de todos los involucrados. Puedes haber tomado un curso de Heimlich antes de tener a tu bebé, pero los cursos de actualización continua siempre son una buena idea. A veces, las técnicas y las mejores prácticas cambian con el tiempo, y cuando se trata de tus hijos, nunca puedes estar demasiado preparada para las emergencias. Verifica con el departamento de policía, bomberos o comisaría local de tu comunidad, o pregúntale al pediatra sobre las clases sugeridas.