Cuando atletas olímpicos como el nadador Michael Phelps y celebridades como Gwyneth Paltrow recomiendan las ventosas (una forma de medicina tradicional china) y con orgullo, afirman que ayuda con el dolor y la curación, la terapia creció exponencialmente en popularidad. Y además, algunos médicos creen que éstas pueden ayudar a las mamás con problemas de lactancia, como la falta de suministro y los problemas de eyección de la leche. ¿Pero es cierto?

Según Edzard Ernst, profesor emérito de medicina complementaria en la Universidad de Exeter, las ventosas son una terapia en la que un practicante de medicina tradicional china aplica tazas calentadas a tu cuerpo. Las marcas a veces difíciles de mirar causadas por ventosas son en realidad hematomas. Este método particular de medicina se teoriza para ayudar con el dolor y otros problemas médicos al afectar la energía en tu cuerpo.

Según un estudio de caso publicado en el Journal of Chinese Medicine, se cree que después del parto, las nuevas mamás tienen niveles bajos de qi (energía, así como en Dragon Ball), lo que puede provocar dificultades para amamantar. Aunque pacientes en su estudio observaron resultados positivos de la ventosa, no hay suficiente investigación para demostrar que realmente funciona para aumentar el suministro de leche y podría ser peligroso para las nuevas mamás.

Como Ernst le dice a theconversation.com, “La ventosas ha existido por mucho tiempo en muchas culturas, incluida China, aparentemente para estimular el flujo de energía en el cuerpo”. Agrega que aunque las marcas se ven muy dolorosas, el tratamiento es indoloro.

Una revisión sistémica de 2015 de la investigación disponible relacionada con la ventosas encontró que, si bien algunos estudios demuestran que ayuda con cosas como el acné y el dolor, debido a que los estudios sobre ventosas no estaban bien diseñados, los científicos no pueden sacar conclusiones acerca de si en realidad funciona. Como Ernst le dijo a theconversation.com, él todavía piensa que las ventosas funcionan.

Entonces, ¿podrían ayudar a las madres a amamantar? Un estudio de caso publicado en el Journal of Chinese Medicine informó que una paciente que recibió un tratamiento de ventosas por su bajo suministro de leche informó que su suministro aumentó después de las dos semanas de tratamiento, pero que luego de esas dos semanas necesitó suplementar con fórmula. Además, la búsqueda de los autores de la investigación disponible no arrojó ningún estudio que muestre que la ventosa puede afectar la lactancia o el suministro de leche, por lo que su experiencia puede haber sido un ejemplo de correlación, no de causalidad.

Pero incluso si funciona, es importante considerar el aspecto de seguridad del tratamiento en sí. La Clínica Hijama en el Reino Unido, que ofrece cursos de tratamiento con ventosas y certificación para profesionales, informa que las nuevas mamás deben esperar al menos 40 días después de dar a luz para comenzar la terapia de ventosas.

Y de acuerdo con la International Cupping Therapy Association, las mamás que amamantan y desean usar ventosas realmente necesitan “bombear y botar” durante unos días después de cada sesión de tratamiento, debido a las posibles toxinas que el tratamiento puede liberar en la leche materna.

Si tienes problemas para amamantar, Fed is Best Foundation recomienda que hables con tu médico antes de intentar cualquier tratamiento. Si bien puede ser difícil evitar probar todo para aumentar tu oferta, no hay mucha investigación sobre la ventosa y la mayoría muestra que en realidad no funciona o no vale la pena el riesgo.