Algunos papás ya pasaron por esta etapa, unos están en ella, otros están por vivirla, y muchos otros solo han escuchado historias de terror sobre lo que les espera. Pero, ¿qué son los terribles dos y por que les llaman así?

Los niños al cumplir dos años (algunos empiezan un poco antes) atraviesan una etapa de grandes cambios, como el de definir su autonomía, el de llamar la atención de sus papás, comienzan los berrinches, lloran, gritan, todo es ¡no! Y muchas veces ni ellos saben lo que les pasa. Pero no todo es tan malo, los dos años también es una edad de mucho aprendizaje, es el inicio de su independencia, comienzan a tomar sus propias decisiones y se dan cuenta que pueden hacer cosas sin la ayuda de mamá o papá.

Aunque los niños están en constante descubrimiento y aprendizaje del mundo que los rodea, a los dos años comienza su verdadera aventura, cuando eran más pequeños solo podían observar y conocer el mundo si mamá o papá los acercaban y acompañaban a descubrirlo, ahora son capaces de desplazarse por todos lados, caminar e investigar todo que les llama la atención. Durante esta etapa su capacidad de asombro es impresionante, todo es novedad para ellos, les encanta experimentar y conocer y hasta las cosas más simples y cotidianas los cautivan.

También se comienzan a hacer más independientes y a querer hacer las cosas por sí mismos, en la mayoría de los casos son muy perseverantes e intentan las cosas una y otra vez hasta que lo logran. Rendirse no es una opción, piden ayuda en muy pocas ocasiones, pero cuando lo hacen es por que realmente lo necesitan.

Los abrazos, besos y muestras de cariño también se hacen presentes en esta etapa, es su manera de demostrarte que son felices, establecen mejor las relaciones sociales con la familia y amigos, si algo les gusta o están contentos por una situación te lo hacen saber. Comienzan a imitar acciones o incluso expresiones de quien admiran, generalmente los papás pues son su modelo a seguir.

Tips para sobrellevar esta etapa:

  • Permítele tomar decisiones: Pide su opinión ante cosas sencillas como: ¿Qué te gustaría comer hoy? ¿Qué ropa usarás? Se sentirá valorado y tomado en cuenta.
  • Crea rutinas: Le ayudará a tener orden, conocer que todo tiene un tiempo determinado, le dará mayor seguridad y confianza.
  • Enséñalo a expresarse con palabras: Es importante mostrarle que con conductas negativas, berrinches y llanto no conseguirá nada de lo que desea.
  • No reacciones con violencia: Si bien es cierto que durante un berrinche es un momento muy frustrante para ti, lo es también para él. Intenta mantener la calma, si es necesario tómate un momento y respira. Pídele que se calme y explícale que mientras actúe así no podrán resolver nada. Una vez tranquilo retoma el problema.
  • Platica con él: Escucha sus peticiones y explícale tus razones. Nunca olvides que es un niño y no un adulto pequeño.
  • Establece normas y límites: Que sean claros y entendibles para él, fáciles de seguir, no le des una lista de prohibiciones que no logrará ni comprenderá. Cuando logre respetarlas hazlo evidente y felicítalo, entenderá que cada acción tiene una consecuencia, de preferencia positiva.
  • Elimina los castigos físicos: Lo volverán más temperamental y no tendrás resultados positivos.
  • Dedícale tiempo: Juega con él, conoce sus gustos, pasa tiempo haciendo cosas que sean divertidas para los dos, estimulará el vínculo y generará una relación cercana y de confianza.

Respira, sé paciente y vive estos dos años de tu pequeño como lo que son… una bonita etapa. Llévalo de la mano para que aprenda a reconocer y entender sus emociones. Podrán disfrutar los buenos momentos sin dejarse llevar solamente por los complicados y esos terribles dos… solo serán una etapa.