Atención, mamá: todo lo que sabes con respecto a la salud dental de tus hijos puede ser una mentira. Bueno, no todo, pero cierta información nueva sobre el cuidado dental puede ser una sorpresa para algunas mamás y papás. Investigadores descubrieron recientemente que los dientes de niños que tenían el hábito de comer bocadillos diario, estaban fuertemente asociados con la descomposición, según un nuevo estudio de la Universidad de Edimburgo y Glasgow. El estudio sugirió que el cepillado podría no ser suficiente para proteger los dientes de tu hijo, lo que es algo preocupante.

Pero los resultados de este estudio no significan que debas abandonar la enseñanza de hábitos importantes de limpieza de los dientes a tus pequeños, así que si tienes una canción divertida que les has enseñado a tus hijos para que se laven los dientes, no te preocupes.

En este estudio, los científicos sociales de Edimburgo y Glasgow utilizaron “modelos estadísticos y datos de encuestas” para predecir la caries dental a los 5 años en los niños, en un estudio de casi 4.000 niños en edad preescolar, según la BBC. El estudio demostró que contar solo con cepillarse los dientes para mantener a raya la caries dental puede no ser suficiente, y que los hábitos de consumo de bocadillos, así como los factores socioeconómicos de los padres pueden afectar la caries dental y la salud de los dientes de los niños.

El estudio encontró que los bocadillos eran en realidad el factor más fuertemente asociado con la caries. Los niños que comían todo el día dulces, panes u otras cosas, aparentemente tenían el doble de posibilidades de sufrir caries en comparación con aquellos que no lo hacían. Eso es bastante significativo.

El estudio, publicado en la Revista de Salud Pública, encontró que “entre los niños que comen dulces o chocolate con mayor frecuencia” (más de una vez al día), cepillarse los dientes con mayor frecuencia reduce la posibilidad de caries al final. Básicamente, si los niños van a consumir dulces, es muy importante que se cepillen los dientes con más frecuencia.

Curiosamente, el estudio también dijo que los factores socioeconómicos de los padres y sus niveles de educación, explicaban más la diferencia en la caries dental de los niños que la dieta o la higiene oral:

“Los niños en hogares de entornos más desfavorecidos y los grupos étnicos no blancos eran mucho más propensos a experimentar caries dentales. En comparación con las madres en ocupaciones gerenciales y profesionales, las que nunca habían trabajado tenían hijos con una probabilidad mucho mayor de deterioro. Los hijos de madres de orígenes étnicos no blancos eran mucho más propensos a experimentar caries”.

Nuevamente, nadie dice que no enseñes a los niños a lavarse los dientes. Es importante que los niños tengan el hábito y se comprometan con las prácticas de higiene oral. Este estudio simplemente dice que definitivamente se necesita más que un cepillado para proteger los dientes de tu hijo, y que otros factores están en juego, factores que los padres a veces pueden controlar, junto con otros que podrían estar fuera de sus manos.