Ser madre de niños pequeños a menudo es estresante en las mejores circunstancias, pero la pobreza y la falta de recursos a menudo asociados pueden exacerbar el costo mental que puede tener de una manera importante. Por lo tanto, tal vez no sea tan sorprendente que las madres que luchan por comprar pañales sean más propensas a sufrir depresión, como lo ha encontrado un nuevo estudio. Después de todo, los pañales son una necesidad crucial entre las familias y pueden ser muy caros.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores de la Escuela de Medicina de Yale preguntaron a las madres de bajos ingresos sobre su capacidad para comprar pañales, así como si experimentaron escasez de alimentos y evaluaron sus síntomas depresivos, según el Yale Daily News.

En el estudio resultante, que se publicó recientemente en la revista Health Equity, informaron que las madres que dijeron que necesitaban pañales también obtuvieron una puntuación más alta en el cuestionario del Center for Epidemiologic Studies Depression. Sorprendentemente, este no fue el caso para las madres que compartieron que la insuficiencia de alimentos era, de hecho, una parte muy real de sus vidas.

La coautora del estudio, Anna Austin, dijo al Yale Daily News que los pañales desechables pueden costar entre $50 y $70 (un aproximado de mil a 1,400 pesos), por semana por niño, lo que oscila entre $800 y $900 anuales (16 mil a 17 mil pesos). Eso es mucho, especialmente considerando que en Estados Unidos, los programas gubernamentales contra la pobreza, a menudo excluyen por completo la cobertura para pañales… En México, el caso sería peor, porque ningún programa del gobierno los incluye.

Una encuesta realizada en 2017 junto con Huggies descubrió que un tercio completo de las familias estadounidenses no tiene los fondos para comprar consistentemente suficientes pañales para mantener a sus bebés limpios, secos y saludables… Y esas son malas noticias para los bebés y sus padres. Otra coautora del estudio de Yale, Megan Smith, dijo a CBS News que esto puede dejar a los padres sin otra opción que reutilizar los pañales o dejar a sus hijos en los sucios. Esto puede causar infecciones del tracto urinario y sarpullido en el pañal, dijo Smith.

Naturalmente, esto también tiene un precio para los padres, como apuntó Smith a CBS News:

“Cuando las madres sienten un mayor estrés debido a la necesidad de dejar a los niños más tiempo en pañales sucios, eso afecta su capacidad para vincularse con sus hijos. Sabemos lo importante que esto es, porque cuando los niños no tienen vínculos seguros temprano en la vida impactan en cómo se desarrollan sus cerebros, cómo aprenden y cómo establecen relaciones sociales, entonces el impacto que el pañal puede tener sobre ese apego tiene realmente consecuencias para toda la vida”.

Saber que una proporción tan alta de familias en los Estados Unidos están luchando para pagar un nivel básico de crianza es desgarrador. Y lo es todavía más, pensar que si en ese país están así, ¿entonces cómo están las condiciones de las madres de bajos recursos a quienes les cuesta comprar pañales? Aquí nadie se ha puesto a hacer un estudio de este tipo y quizá los resultados serían peores.

¿Para ti cómo ha sido la experiencia de los pañales? ¿Te ha deprimido el hecho de que sean caros y que a veces sea difícil comprarlos? Quizá la mejor opción sí sea mirar hacia el lado ecologista y regresar al uso de los pañales de tela, ¿no crees?