Los bebés en esos pachones y esponjosos trajes de nieve son súper lindos. Y en esta temporada de frío, seguro querrás comprarle uno a tu pequeño para mantenerlo caliente, pero con tanto relleno, ¿puede un bebé sobrecalentarse en un traje de nieve?

Resulta que, en realidad, es bastante fácil que los niños se sobrecalienten en trajes de nieve según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP). La regla de oro para bebés y niños mayores es vestirlos en varias capas de ropa para mantener el calor y luego agregar una capa adicional. Su núcleo debe permanecer caliente, pero sus manos y pies deben estar un poco más fríos.

Con los pequeños, la regla es que su núcleo debe ser ligeramente más cálido que sus extremidades, pero también que las capas que elijas no deberían pesarles demasiado o ponerlos en riesgo de asfixia por ser demasiado flojas. Los trajes de nieve, aunque son adorables, solo son usualmente necesarios si hay nieve… y en México casi nunca llega la nieve. De lo contrario, se trata solo de mantenerlos en capas extraíbles y lo suficientemente calientes como para estar cómodos sin hacerlos sudar.

Por extraño que parezca, el sobrecalentamiento puede conducir no solo a la deshidratación y los peligros que plantea, sino también a la congelación. Cuando hace calor o si tu bebé se calienta, va a sudar. Cualquier madre que alguna vez haya tenido que cuidar a un bebé sudoroso o febril sabe que cuando ese sudor se enfría, lo hace a toda prisa. Según NYU, el agua te enfría 25 veces más rápido que el aire, pero eso no es todo. También queda atrapado en la tela de sus calcetines y pañuelos y hasta en sus pañales, llevando todo ese aire frío a sus partes vulnerables, poniéndolos en riesgo de congelación, según el Dr. Spock’s Baby and Child Care.

¿Puede un bebé sobrecalentarse en un traje de nieve, incluso si juega en la nieve? Barbara Ray, una enfermera pediátrica dice que: “De hecho, lo vemos un poco, al menos tres o cuatro casos al año. Aunque normalmente no es gran cosa, puede ser peligroso; los dedos de las manos y los pies de su bebé y el centro, asegúrese de que no estén sudorosos. Compruebe también su frente y cuello”.

Ella dice que si tus hijos son mayores y pueden comunicarse contigo, pregúntales con frecuencia cómo se sienten sus manos y pies. Si los dedos de los pies sudan o se adormecen, esa es la primera señal de que las cosas están mal. “Es importante mantener los pies y las manos calientes y secos, pero sin sudar”.

Mantente atenta en esta época a los bebés sudorosos y recuerda: vístelos cómo te vestirías y luego agrega una o dos capas adicionales según su edad. Mientras que su pecho y barriga estén calientes pero no sudando y sus extremidades estén más frías, está listo para irse. Y un traje de nieve no será necesario.