A pesar de que puede parecer la última moda en la crianza de los hijos, el concepto de la crianza en brazos está lejos de ser nuevo. Se ha practicado durante siglos en todo el mundo. Para muchos, el cargar de forma constante al bebé es y siempre ha sido una parte importante de la vida.

Desde el nativo americano con su tablero cuna, a la madre china con su Mei Tai, cada cultura desarrolló una manera para que una mamá o papá lleve a su bebé mientras que permite a sus manos libres realizar las tareas necesarias de la vida diaria. Imagínate ser madre en una tribu nómada: simplemente no había tal cosa como un corral o un cochecito para jugar.

Nadie advirtió a estas madres del pasado que al llevar a sus bebés podrían malcriarlos o frustrar su necesidad de desarrollar independencia. Afortunadamente, hoy tenemos investigaciones para apoyar que las formas tradicionales eran probablemente las mejores maneras.

Hay tantos beneficios en la crianza en brazos que es difícil cubrirlos todos. Pero aquí te presentamos algunas de ellas:

Bebés más felices, saludables, inteligentes y seguros.

El suave movimiento del bebé que llevas y la cercanía que logras con él, le recuerda lo que es estar en el útero, creando un sentimiento de “vuelta a casa”. Esto proporciona al bebé el calor necesario, el latido del corazón, el olfato, el tacto y el envolviendo que los seres humanos inmaduros necesitan para los primeros meses después del nacimiento.

Los estudios han demostrado que cuanto más los bebés son cargados, menos lloran. Llorar eleva el nivel de una hormona del estrés llamada cortisol. La exposición frecuente y prolongada al cortisol puede tener efectos negativos duraderos sobre el cerebro inmaduro. En las culturas donde los bebés siempre son cargados, lloran sólo unos minutos todos los días, en contraste con los bebés de la cultura occidental que lloran mucho más.

Un bebé quisquilloso y cansado puede ponerse fácilmente a dormir cuando se coloca en un fular y se lleva de paseo. Los bebés duermen cómodamente y durante períodos más largos mientras se cargan.

Los bebés que viven la crianza en brazos ​​sonríen más; tienen mejor desarrollo social y un mejor sentido de autoestima e independencia. También les  disminuye el riesgo de síndrome de cabeza plana que puede resultar de pasar demasiado tiempo pasado colocado en un cochecito, asiento de auto o cuna. También tienen músculos más fuertes del cuello y hombros.

El cargado del bebé permite salir con él sin preocuparse por los gérmenes y el contacto no deseado. También disminuye el cólico y el reflujo debido a la posición erguida, estimula el sistema vestibular, ayudando al bebé a desarrollar el equilibrio y el control del tronco y la cabeza.

Permite que el bebé sea un participante activo en el caminar, hablar, reírse, moverse y trabajar de los padres. Esto promueve un mejor desarrollo neurológico, el crecimiento del cerebro, y la conexión hemisferio derecho/izquierdo del cerebro para mejorar la función cerebral.

Los bebés de crianza en brazos, desarrollan mayor empatía y un sano sentido del yo, así como un apego fuerte y seguro a sus madres y papás (los abuelos y los cuidadores también pueden participar en cargar al bebé). El apego no es un estilo de crianza, sino una necesidad para el desarrollo de la salud mental normal; están siempre contigo y siempre a la vista.

Padres más felices y saludables.

La crianza en brazos del bebé permite a los padres tener dos manos libres mientras proporcionan seguridad a sus hijos. Tendrán más tiempo para responder mensajes de correo electrónico, hacer la cena, cuidar y jugar con un niño mayor e ir a pasear si llevan a su bebé.

Los padres que llevan a su bebé pueden compartir en la crianza y disfrutar de una mayor oportunidad de vínculo y aumentan su sensibilidad a las necesidades del bebé y mejoran su confianza en sus habilidades como padres al aprender a leer las señales de su bebé. Los padres se adaptan perfectamente a los gestos, las expresiones faciales y los gritos del bebé, lo que permite al bebé comunicarse mejor sin llorar.

Una mamá que lleva a su bebé puede aprender a amamantar discretamente y tener un mayor sentido de la libertad y además puede hacer más ejercicio y tener el beneficio adicional de “levantamiento de pesas”.

¡Así que si no lo has hecho y prefieres la carriola o dejarlos llorar porque “es bueno”, mejor cambia esas ideas y prueba la crianza en brazos… pero si ya lo haces: ¡te deseamos una feliz semana de porteo!