El padre que rompió los corazones con las fotos de su pequeña hija que luchó contra el cáncer, hasta perder la vida ha revelado que él abrazó y le leyó, incluso después de que ella hubiera muerto. Una foto tomada por Andy Whelan, de 31 años, de Oswaldtwistle en Lancashire, impactó a todo el mundo el año pasado.

La imagen mostraba a su hija Jessica haciendo muecas y llorando mientras se sometía a quimioterapia para tratar su neuroblastoma. Ella falleció tres semanas más tarde, el 20 de noviembre de 2016 a la edad de cuatro años.

Y ahora, Andy Whelan ha hablado por primera vez acerca de las agonizantes primeras 24 horas después de la muerte de Jessica. La pequeña se enfrentó al cáncer durante más de 12 meses y Andy y su pareja, Nicky Prendergrast, de 29 años, decidieron que Jessica debería quedarse en casa, en su propia cama, durante 24 horas después de que ella murió.

Esto le permitió darle un abrazo y leerle su historia favorita: “Teníamos familia que quería bajar y despedirse en la comodidad de nuestro hogar y nuestro entorno, no de una funeraria y un ataúd”, dijo el fotógrafo. “El domingo por la tarde leí su historia favorita y pudimos abrazarla. El cuerpo de Jessica fue recogido a la mañana siguiente a las 11.30 de la mañana, antes de ser llevado a una autopsia en el Hospital Universitario de Manchester para que pudieran comprobar si su tejido se podía donar para realizar investigación.

Los últimos 10 meses han sido duros para Andy. Ha sufrido depresión y pesadillas. Él encontró recordar el cumpleaños de su hija, en enero particularmente difícil, y de hecho no celebró su propio cumpleaños a finales de junio.

Ahora, él tiene que trabajar con mucho valor, incluso para mirar las fotos de Jessica. Sin embargo, cuando piensa en la imagen de su pequeña en agonía, recuerda que él y Nicky tomaron la decisión correcta de terminar el tratamiento. “Es difícil de medir, pero cuando falleció, había casi una sensación de alivio porque ella había pasado por mucho, especialmente en las últimas dos semanas… El día en que murió, casi orábamos, rogándole que se durmiera y no se despertara”.

Los padres admiten que decidieron mostrar la fotografía de su hija sufriendo, para generar consciencia sobre el cáncer infantil, para así pedir a otros padres que cuiden y valoren a sus hijos.