A pesar de que una vez que agarras ritmo y práctica con la lactancia, es raro tener un bajo suministro de leche materna, la mayoría de las mamás lactantes se preguntan sobre las maneras para producir más. Si bien esto es posible, no hay una fórmula mágica para hacer que suceda. Sin embargo, hay algunas cosas que realmente no te ayudarán con una mayor producción de leche.

Algunas de estas cosas son relativamente saludables, pero no son tan eficaces como muchas esperan o creen. El peligro que rodea a estos mitos sobre el aumento de la producción de leche es que pueden llevar a las mujeres a creer que sus problemas de suministro, serán resuelto automáticamente, cuando eso no pasará.

Si de verdad quieres aumentar tu producción de leche, la Liga Internacional de Leche, sugirió que las madres aumenten la frecuencia de las tomas de pecho de sus hijos o inviertan en una bomba de leche de calidad, para no dejar de estimular al pecho. Pero definitivamente, hay tres cosas que si las estás haciendo, estás perdiendo tu tiempo.

Dejar que se carguen mucho tus pechos.

Sí, se sentirán más llenos y por lo tanto crees que estás produciendo más, pero lo cierto es que si no le das pecho a tu bebé o usas el tira leche con regularidad, tu cuerpo creerá que ya no tiene que producir la misma cantidad y poco a poco se te irá acabando la leche. Así que no te saltes las tomas para que se “llenen” más tus senos. ¡Es una trampa!

No exageres tu ingesta de galactagogos.

Los galactagogos (nombre de los alimentos que se piensa, aumentan el suministro de leche), pueden tener cierto impacto en su producción, pero de acuerdo con la Asociación de Lactancia Materna de Australia, sólo funcionan cuando se combinan con hábitos saludables de lactancia y el sacar frecuentemente la leche.

La evidencia que rodea a los “alimentos que aumentan la leche” como avena, alholva y espinacas es muy limitada. Y aunque es probable que sean beneficioso para su leche, también lo es cualquier alimento que tenga gran contenido proteico.

Amamantar en horarios fijos.

Aunque tener un horario es generalmente una buena cosa, alimentar a demanda es generalmente lo mejor para tu producción. Al notar las señales de hambre de tu bebé y responder con prontitud, producirás suficiente leche para sus necesidades. Cuando una madre alimenta a libre demanda, su suministro se ajusta automáticamente a las necesidades de su bebé y poner horarios para la toma, hace que la cantidad de leche baje.