Hay momentos en la vida en que sientes que todo tu mundo se mueve, que no das una en nada, que a pesar de todo lo que has hecho nada ha valido lo suficiente, esta y mil frases más de este tipo aparecen sin ser invitadas, y es que hay tanto acumulado que todo empieza a derrumbarse, y la mayoría de las personas tienen miedo a esta situación y tratan de sobreponerse y tapar toda  aquella inmundicia que hay en el pensamiento resistiendo la caída.

Pero es precisamente esa caída la que te hará grande, aun con todo el dramatismo que conlleva esta experiencia, porque al sentirse sin nada de donde pescarse porque todos los argumentos se cayeron, desprovistas de orgullo porque en ocasiones hasta mendigar amor o dinero  ha llevado la situación en la que se vive, sin  pose alguna que defienda una migaja de dignidad, cansadas de querer ser alguien que no se es, todo esto y quizá aún más te conducirán a la posibilidad de empezar de nuevo, y es aquí donde inconscientemente se tienen miedo llegar.

La mente se protege de mil maneras y se convierte en el principal enemigo del crecimiento personal, ya que si la dejamos en libertad de interpretar lo que vivimos, nos pinta el peor panorama de esta inevitable caída, y lejos de mostrarnos una realidad neutral, nos enseña el barranco profundo de una derrota anticipada, desencadenándose la resistencia que lleva al llanto y la desesperación.

Hay una frase que leí y creo que aplica, “Las ruinas son el camino a la transformación”, es necesario destruir la forma en la que se ha estado operando para dejar ver el ser que habita en tu interior, ese que conecta con el Universo, con la madre Tierra de forma autentica, libre y plena, que se expresa desde el corazón porque sabe que ahí reside el potencial del amor incondicional que es la fuerza transformadora.

El amor por ti en este momento es el más importante, trátate como tratarías a un niño desvalido, acaso lo lastimas y lo criticas? Lo juzgas? Claro que no, un niño inspira ternura, te dan ganas de abrazarlo, y porque no te das la oportunidad de abrazarte a ti misma así, acaso crees que no lo mereces?, te es muy difícil demostrarte amor y compasión a la única persona que nunca que dejara sola y que es con la que cuentas?, se justa contigo, amate y respeta tu proceso.

Si estas en esta situación, date la oportunidad de fluir con lo que esta, no te juzgues ni pienses que todo está perdido, sino todo lo contrario, observa que la vida te está llevando hasta ese lugar para despojarte de todo lo que no te sirve y que has estado cargando durante mucho tiempo, no resistas este proceso de cambio que es para tu bien, aunque este fuera de todo lo que esperas, es precisamente ahí en lo que no esperas donde suceden los milagros.

Si estás pensando que eres la única que vive una situación así te equivocas, somos muchas las que hemos vivido momentos de duda, de perdida, de incertidumbre y sobre todo de abandono, un abandono de nosotras mismas, porque cuando no estamos al pendiente de valorar el Ser maravilloso que somos, es muy fácil caer en la trampa de lo que consideramos la realidad y dejar a un lado nuestras ilusiones y lo que amamos en la vida.

Hoy te invito a que te ames y respetes tu proceso de vida, sea cual sea, porque eso te dará la enseñanza por la cual estas aquí, aprende y da testimonio de fe y de amor, en ti esta la fuerza creadora, en ti está el espíritu que te comunica con el todo y mediante el cual puedes obtener lo que deseas, así que amate, respétate, acepta tu proceso de vida y agradece este memento sublime de la transformación.

“La transformación que no se acepta duele” Leandro Taub

Bendiciones.