Las madres con depresión posparto que reciben terapia, pasan los beneficios del tratamiento a sus hijos de varias maneras, dicen los investigadores.

El estudio en que se publicó en la revista de Desarrollo y Psicopatología en Estados Unidos, concluye que las madres que reciben psicoterapia interpersonal después de mostrar signos de depresión mayor, no sólo obtenían beneficios para ellas, sino también para sus hijos. Ya que las madres mejoran en la crianza de los hijos y sus hijos mejoraron a través de una serie de importantes medidas de desarrollo.

La disminución de la depresión de las madres, descubrieron los investigadores, significó una mayor seguridad de apego para sus hijos pequeños. En general, los investigadores descubrieron que después del tratamiento, las madres en el estudio se volvieron mejores al leer y entender el temperamento de sus hijos, mientras que los niños pequeños se volvían menos exigentes y enojados.

“Es un efecto en cascada para la familia”, dice la investigadora principal Elizabeth Handley, asociada de investigación y profesora asistente en el Hope Family Center, lugar donde se da tratamiento a las madres que padecen de estas depresiones.

La psicoterapia interpersonal es una terapia limitada en el tiempo que se centra en la resolución de problemas interpersonales y la recuperación sintomática del paciente. La terapia está altamente estructurada y dura sólo de 12 a 16 semanas.

Investigaciones anteriores muestran que los niños de madres deprimidas corren mayor riesgo de tener una variedad de problemas de desarrollo y establecer una relación de apego seguro con sus padres es de estado crítico para el desarrollo durante los primeros años de vida.

“Una relación de apego insegura se asocia con toda una serie de resultados negativos”, dice Handley. Uno de los aspectos más críticos del desarrollo en el primer año de un niño, es tener un apego saludable, lo que hace posible que los niños puedan hacer frente a situaciones estresantes en el futuro.