Los fidget spinners, no sólo son la sensación del momento, sino muchos de sus anunciantes o vendedores aseguran que se crearon con la intención de ayudar a niños con déficit de atención, hiperactividad o autismo, a lograr una mejor concentración en las cosas y así avanzar contra sus padecimientos.

Sin embargo, para los científicos del mundo: esto no es verdad.

Mark Rapport, un psicólogo clínico de la Universidad de Florida Central  dijo que en ausencia de una investigación centrada en fidget spinners, es realmente difícil decir si los juguetes ayudan a los niños con TDAH o autismo. De hecho, para él estos artefactos pueden hacer más daño que bien.

“El uso de un gadget tipo spinner sirve más como una distracción que un beneficio para las personas con TDAH”, dijo, ya que retira la atención de lo que verdad deben centrarse los niños.

Se ha comprobado que la terapia ocupacional mejora la salud mental. Ahí la idea es que la participación de los sentidos a través del olfato, el sonido o el tacto (utilizando aromaterapias, música, juguetes o tejidos) pueda calmar a las personas, aliviar la angustia y ayudar a regular las emociones. Pero un fidget spinner hace exactamente lo contrario, ya su enfoque sólo está en hacer que el juguete gire, no en dar más actividades a los niños para que controlen sus emociones.

Curiosamente, la inventora del dispositivo, Catherine Hettinger, dijo en una entrevista que los fidget spinners fueron concebidos como una manera de mantener a los niños fuera de problemas, que se distrajeran en otras cosas, no para ayudar en la salud mental o tratamiento de TDAH. De hecho la idea le surgió cuando visitaba Israel y vio a niños lanzar piedras a oficiales de policía: “para mí fueron una forma de promover la paz”, dijo.

Para los padres de niños que no presentan problemas de aprendizaje y se preocupan porque sus hijos pasan demasiado tiempo viendo girar estos aparatos, los expertos consideran que es preferible que los pequeños jueguen con un spinner a que estén todo el día pegados a un celular:

“Existe evidencia concreta de que pasar más de una hora al día en el celular, interfiere significativamente con la capacidad de concentración de los niños, lo que a su vez impide el aprendizaje”, dijo Rapport, lo cual no sucede con un fidget spinner, así que por ese lado, pueden estar tranquilos.