Los adolescentes que fuman con regularidad marihuana tienen 26 veces más probabilidades de pasar a drogas más duras a la edad de 21 años.

Un nuevo estudio innovador ha proporcionado una prueba definitiva de que el cannabis es una droga de entrada a sustancias “más duras” como la cocaína, las anfetaminas, los alucinógenos y la heroína.

Los resultados pusieron de manifiesto las sugerencias de los defensores de la marihuana de que el cannabis es relativamente inofensivo y debe ser legalizado. Se encontró que las probabilidades de que los consumidores de cannabis consumieran cigarrillos eran 37 veces más altas que los no usuarios, mientras que su riesgo de beber cantidades peligrosas de alcohol era tres veces peor. Y los adolescentes que sólo fumaban de vez en cuando tenían mayores probabilidades de engancharse a otras drogas ilegales, fumar cigarrillos y beber excesivamente.

Los hallazgos fueron revelados por la Dra. Michelle Taylor, de la Universidad de Bristol, quien estudió el consumo de cannabis entre más de 5 mil adolescentes británicos de entre 13 y 18 años. Uno de cada cinco consumía marihuana. Taylor rastreó la influencia que el consumo de cannabis tuvo en el abuso de nicotina, alcohol y otras drogas a los 21 años de edad. Las anfetaminas y la cocaína eran los fármacos más comunes para adolescentes que desde antes había consumido hierba.

“Se ha argumentado que el cannabis actúa como una puerta de entrada al uso de otras drogas. Sin embargo, históricamente la evidencia ha sido inconsistente”, dijo Taylor, cuyo estudio fue publicado en el Journal of Epidemiology & Community Health.

Los hallazgos más importantes de este estudio son que uno de cada cinco adolescentes sigue un patrón de consumo ocasional o regular de marihuana y que estos individuos son más propensos a ser dependientes del tabaco, tener niveles nocivos de consumo de alcohol o usar otras drogas ilícitas en la edad adulta temprana.