Si después de hacerlo por 6 meses, un año, dos o más, ya decidiste dejar de amamantar, lo más probable es que experimentes dolor e hinchazón cuando tus senos se hinchen por la leche que se sigue produciendo. Lo mejor es esperar este período y permitir que la leche se seque naturalmente, lo que puede tardar hasta dos semanas. Mientras tanto, puedes alentar a tu cuerpo a dejar de producir la leche que no necesita y así aliviar tu malestar.

Paso 1
Usa un brasiere de apoyo. Incluso en la noche si te hace sentir más cómodo. Lo mejor es que, por más que te gusten, en esa época evites los push-ups, ya que estos presionan demasiado los senos y eso hace que tiendan a seguir produciendo leche y al final te causen mucho dolor.

Paso 2
Evita tocar tus senos. Cualquier estimulación puede causar  que el cuerpo piense que debe producir aún más leche. Date vuelta hasta quedar de espalda a la corriente de la ducha y deja que el agua caliente caiga sobre tus pechos, esto los relajará y no los estimulará tanto como el tacto.

Paso 3
Aplica compresas frías a tus senos. Esto aliviará la hinchazón y el dolor mamario. Trata de usar bolsas de vegetales pequeños congelados, como chícharos o maíz, porque se moldean a la forma de tu pecho.

Etapa 4
Congela o refrigera hojas de col y coloca unos pocos en cada lado de tu sostén. El frío se sentirá bien y el repollo puede ayudar a secar la leche más pronto.

Etapa 5
Toma un analgésico de venta libre. Puede ser el ibuprofeno o el paracetamol. Esto aliviará el dolor y parte de la hinchazón.

Etapa 6
Pregúntale a tu médico sobre un medicamento recetado para secar la leche antes. Estos medicamentos te dan el riesgo de sufrir efectos secundarios graves, como coágulos de sangre, presión arterial baja y accidentes cerebrovasculares, por lo que no se recetan rutinariamente.

Advertencia:

Si notas los signos de mastitis, que incluyen enrojecimiento, sensación de mucho calor, dolor, fiebre y fatiga, llama a su médico de inmediato.