Hace unos años se hizo un movimiento de personas que decían que los maestros no debían de golpear o humillar a los alumnos, lo cual es totalmente válido y necesario… pero en verdad cuando yo fui niña, los maestros y las maestras sólo se dedicaban a enseñar y jamás, ni a mí ni a mis compañeros, nos golpearon o humillaron.

Bueno… ¡Claro que te regañaban si no hacías la tarea o te pasabas dando lata en el salón!

Eran los maestros a quienes temías y respetabas, porque ellos SON LOS TUTORES LEGALES de los niños y las niñas mientras estén en el aula. Esa es la ley, y por ello tenían derechos de poner orden, sacar del salón, dejar tarea extra, bajar puntos o reprenderte.

Pero ahora ¡no se les vaya ocurrir hablar un decibel por encima de lo permitido por la AMM (asociación de “momsters”)! Eso sí que generaría la furia de un volcán, y así una adorable mamacita se convertiría en cinco minutos en la más temida de las momsters, al llegar a reclamar a la maestra como fue que se atrevió a regañar a su pimpollo, “que nunca tiene mala intención” o “que es chiquito” o “que pobre, sí se portó mal, pero ya no lo va a hacer y la miss debe entender esto”.

¡Ahhhhhhhhhhhhhhh! Me dan ganas de gritar cuando escucho estos argumentos en las mesas de café donde TODO es culpa de la maestra o el maestro incomprensivo que no entiende a sus pequeñitos de secundaria y que a cualquiera se le puede olvidar la tarea, por lo que hay que caer en todas las excepciones del mundo con sus hijos.

¡Pobrecitos… Aja! Sí como no, los maestros son los que son maltratados por los hijos de las momsters que con permiso de sus lindas mamis, siempre guapas y a la moda, llegan a dar de bolsazos con su bolsa de marca a la maestra o maestro en cuestión, siempre bajo la amenaza de cerrar la escuela, denunciar a la SEP o a derechos humanos.

Uffff, esto sí que me enoja y me da tristeza. Y yo sólo te quiero contar lo que a mí personalmente me pasó hace unos días con los hijos de las momsters:

Me solicitaron un curso como maestra, no como escritora o directora, es decir, sin títulos ni nada, sólo como la MISS. Bueno dije, no importa el ego es lo de menos. Así comencé, o al menos traté de comenzar a dar el taller.

Primero los típicos chavos con playera oficial de fútbol de equipos europeos con valor aproximado de $1500 pesos, estaban hasta atrás en su bolita y les valía que yo hubiera empezado. El resto menos rebelde estaba tratando de escuchar a lo que cada dos palabras, seguía con mi recomendación de guardar silencio. Por fin les pedí a los fans futboleros que se pasaran para adelante, al igual que a las “niñas-platiconas-gueritas-divinas-incapaces-de-hacer-nada-malo”.

A regañadientes se fueron cambiando de lugares y por fin obtuve la atención y el orden. Sin embargo, uno de los más rebeldes no dejaba en paz su celular y de distraer, así que de plano le pedí que pasara al frente para hacer un ejercicio de energía con el celular. No se pueden imaginar que cuando le digo: “sí tú ven…” se levanta y me dice textual “no mames”…. Y ya no te cuento más para que no te desmayes…

¡Ay Dios! sí así como lo lees, yo tampoco podía creer la mala educación, la falta de respeto, la interrupción constante… Créeme que he dado más de 3000 conferencias y al menos la mitad a jóvenes, pero nunca como una miss sino como la escritora, la directora, la de la conferencia y con apoyo muchas veces de las autoridades del colegio que permanecen para guardar orden. En mis 10 años de dedicarme a esto, jamás había presenciado algo así… y más que enojarme me quedo pensando: “¿así lo vivirán a diario los maestros y las misses?”.

Porque de ser así, en verdad que no se vale, y creo que es el tiempo de valorar el trabajo que hacen ellos, pues es muy fácil desacreditar y enojarte porque tu hij@ llega con su reporte de mala conducta y su excusa de media hora, de cómo la miss lo odia, todos están en su contra y que además le gritan… Para que tú, sin pensarlo, encarnada en momster vayas a pegar de gritos sin saber realmente lo que sucedió. Debes saber que la mayoría de las veces, es un regaño o una petición a más alto volumen, ocasionado por el desorden y desobediencia, que presentan -por desgracia- al menos la mitad de los alumnos en primaria y secundaria… en prepa ya se portan mejor, ¡gracias a Dios!

Si tú crees que lo harías mejor, te invito a ser miss por un día o a sentarte con tus hijos en la cocina de 8 a 2, y por horas les das la lección de algebra, palitos 1, historia, las vocales, trazos, etc… a ver cuánto tiempo te aguantan sentados y obedeciendo, y a ver cuánto tiempo aguantas tú sin gritar… En verdad que la próxima vez que quieras gritar o reclamar o acusar a un maestro: pregunta ¿qué pasó? antes de juzgar porque de lo contrario puedes convertirte en momster en un minuto y quitarle su dignidad a una persona que no lo merece.

Por cierto… ¡Feliz día del maestro! ¡Yo los reconozco, aplaudo y agradezco: gracias por existir!