Sabemos que la educación en México es un tema delicado. Que si los maestros no están bien preparados, las escuelas permiten el abuso o bullying o que (como hace poco hizo una chica), es mejor abandonar los estudios para hacer lo que quieras de tu vida.

Pero hoy que es 15 de mayo y celebramos a los maestros en nuestro país, decidimos compartirles 10 puntos que Vicki Palmer, una de las educadoras más importantes en Estados Unidos con más de 35 años de experiencia, da a los padres para que motiven a sus hijos a estudiar desde temprana edad.

 1. Socialización: La escuela siempre brindará convivencia con personas que no sean la familia del niño en un ambiente seguro. Esto los ayuda a superar la timidez y ganar confianza en sí mismos. Si dejamos pasar esto demasiado tiempo, obstaculizamos su desarrollo social.

2. Cooperación: Aprender a compartir, cooperar, tomar turnos y perseverar en un ambiente de aprendizaje seguro, guiado por profesionales que ven por sus mejores intereses. Esto es de especial ayuda para los hijos únicos, quienes mientras más pronto entren a la escuela, más pronto se beneficiarán de esta dinámica.

3. Entusiasmo por el aprendizaje: Las lecciones deben darse de una manera divertida que anime a los niños a conocer. Mientras mayor sea el amor por la educación, la lectura, juegos; mayor será el bagaje que los niños recibirán y como adultos los motivará a jamás dejar de aprender.

4. Transmitir el valor de la educación a través de la experiencia: Los padres siempre serán la influencia más importante en la primera etapa de la vida del niño, pero el ambiente preescolar les proporciona una nueva perspectiva sobre la importancia de la educación que permanecerá con ellos durante su viaje escolar.

5. Respeto: Enseñar el valor del respeto por los demás. Esto no se limita a las personas y pertenencias; también significa el respeto por su medio ambiente, seres vivos y a ellos mismos. Y no hay mejor lugar para aprender esta virtud que en la etapa preescolar, donde todo es compartido y la convivencia cortés.

6. Trabajo en equipo: Esta actividad ayuda a respetar las opiniones de los demás, a escuchar, proponer y llegar a acuerdos. Mientras más se trabaje en este aspecto, mayor será el éxito del niño al crecer.

7. Concentración: Durante los años preescolares, los niños exploran cada oportunidad para descubrir nuevas experiencias, nuevos amigos y nuevos ambientes. Sus mentes son muy imaginativas. Los educadores de la primera infancia deben equilibrar este entusiasmo con la capacidad de escuchar, seguir instrucciones y hacer tareas.

8. Paciencia: Los niños necesitan oportunidades para participar en experiencias sociales, donde pueden explorar y practicar la habilidad social de la paciencia. Al enseñar a través de ejemplos y modelos de rol, los niños son capaces de desarrollarla y aprender a esperar su turno. Ejemplos de cómo trabajar en la paciencia, incluyen compartir la atención de un profesor, un juguete, el patio de recreo o esperar en fila para un juego.

9. Confianza y autoestima: Esto es crítico. Un fuerte sentido de bienestar proporciona a los niños confianza, optimismo y autoestima que los animarán a explorar sus talentos, habilidades e intereses. Interacciones positivas con otros niños y maestros promoverán una visión positiva, sana y segura de sí mismos que les servirá toda la vida.

10. Exposición a la diversidad: Valorar la diferencia y la diversidad son cruciales para el desarrollo temprano del niño. La pronta educación les ayudará a entender que deben aceptar a la gente sin importar sus creencias, raza o cultura.