Esta teoría creada por el psicólogo Carl Jung basada en el mito griego de la princesa que asesinó a su mamá para favorecer a su padre, habla de una fijación de las niñas por sus papás

Según el psicoanálisis, este complejo (que no pasa en todas las niñas), ocurre de los 3 a los 6 años, cuando al comenzar la exploración de su cuerpo, las niñas descubren que no tienen pene. Esto de alguna forma genera una frustración y una especie de rivalidad con sus madres que se refleja en la predilección por los papás.

Existen celos, actitudes de posesión e incluso hostilidad si su padre no reacciona hacia ellas como lo desean. En cuanto a la madre, ocurre un rechazo que no existía en el lapso de recién nacidas hasta los 2 años y medio.

En la mayoría de los casos, no debes preocuparte; es normal. Es sólo un ciclo y a finales de los 6 años o inicios de los 7, tu hija recuperará ese amor por ti y verá a su padre de la forma normal. De hecho será en esta edad cuando para tu hija tú serás su ejemplo a seguir y puedes aprovechar para que te tenga confianza y ayudarla en las siguientes etapas que vivirá.

Lo importante es que si tu hija pasa por este momento, no tomes represalias contra ella y comprendas que esto se acabará. Tú sigue dándole amor y hablando con ella como antes, incluso así lograrás que termine con este proceso antes de tiempo.

El momento en el que quizá deberías buscar a un especialista en psicología, es cuando tu hija ya pasó de los 7 años y sigue con esa actitud “amorosa” hacia su padre. Un experto podrá orientarla y regresar a la normalidad la convivencia familiar.