¿Cómo podemos medir la fuerza emocional de nuestras hijas? ¿Saber que criamos chicas emocionalmente fuertes? Confianza, autoestima, encontrar su voz para hablar por sí misma y otras personas necesitadas, establecer una meta y trabajar muy duro para lograr algo, gestionar decepciones y fracasos con valor, son algunas de las cosas que debemos enseñarles… ¿Pero, cómo?

La fuerza emocional es un proceso de por vida. Por eso 5 consejos para lograrlo.

1. Tiempo para ser. Tu hija está ocupada cada minuto del día. Social, académica, física y constantemente equilibrando amigos y emociones. Necesitan momentos en el día en que puedan descansar de las presiones de la vida. Necesitan acurrucarse en una silla y leer, colorear una imagen o mejor aún, jugar. Encontrar un día entero sin nada que hacer parece muy raro en estos días, pero aunque sea, ¡dales 5  minutos de paz al día!.

2. Aventura. Muéstrale a tu hija que puede lograr cosas. Que tiene poder, física y emocionalmente. ¡Dale una experiencia que nunca ha tenido y muéstrale la alegría pura de realizar algo nuevo! ¡Hagan canotaje juntas, escalen una pared de roca o aviéntense un maratón de 5 km, llévala de vacaciones a un lugar sin WiF! El punto es que aprenda a tomar riesgos que la liberen.

3. Que sepa dar a otros. Hacer cosas por los demás enseña bondad, empatía y tolerancia. Dale a tu hija oportunidades de devolver. Tal vez dentro de su propia familia, en la escuela, en su ciudad o en el mundo en general. Enséñale a donar en refugios, no sólo lo que ya no le sirve, sino cosas que considere valiosas, que done a causas nobles cuando le sobre un poco de dinero.

4. Un lugar “suave” a donde llegar. Tu hija crece y cambia físicamente todos los días, además de  enfrentarse a enormes presiones sociales, emocionales y académicas. Necesita un lugar suave para aterrizar al final de su día. Un lugar donde pueda encerrarse y relajarse. Dale un hogar que sea seguro y cómodo emocionalmente, que haga justo honor a su nombre: ¡HOGAR!

5. Escucharla. Siempre muéstrale un interés casual y apertura a escuchar absolutamente nada y tal vez todo. Tu hija comenzará a hablar en los momentos más improbables. Esos son los momentos a esperar, buscar y estar abiertos. ¡Ella te necesita y te buscará en los momentos más improbables! ¡Así que prepárate!