Tu bebé desde que está en el útero comienza a desarrollar su sistema nervioso central y su cerebro, mismo que está formado por millones de neuronas las cuales se interrelacionan o se comunican entre sí. La estimulación temprana sirve para que estas conexiones mejoren la capacidad mental y cerebral del feto.

Por eso puedes comenzar con la estimulación prenatal la cual debe empezar en la etapa gestacional pues así habrá aumentado esta capacidad cerebral, dependerá de lo mucho o poco que se haya estimulado, pero también apoya tempranamente la conformación y funcionamiento del sistema nervioso central.

Según el Dr. Orlando Terré, en su libro ‘Técnicas para la estimulación sensorial de madres embarazadas y niños en edad temprana’ asegura que el cerebro del bebé puede responder a estímulos visuales, táctiles y sonoros alrededor del séptimo mes de embarazo, es decir puede percibir información y procesarla.

También sostiene que los bebés en el útero son capaces de realizar movimientos corporales, pueden patear, abrir y cerrar las manos, girar el cuerpo, fruncir el ceño y pueden moverse al tratar de localizar la fuente de un estímulo sonoro o visual ya sea un ruido, música o la voz de sus padres incluso hacia la luz de una lámpara.

En su libro asegura que las emociones maternas aumentan la frecuencia cardiaca fetal; el el cual se ha interpretado como un signo de interés y atención del ser intrauterino: “el corazón del bebé se le acelera al escuchar y reconocer la canción de cuna cantada por su madre luego de hacerlo en varias oportunidades previas.”

De acuerdo al doctor Terré el progreso de los sentidos del bebé son aprendidos al estimularlo, asegura que así es cómo se desarrolla cada uno de ellos:

  1. El tacto: Desde la semana 8-10, comienza en el área genital, la boca, las palmas de las manos y las plantas de los pies
  2. La visión: Los bebés en el útero son capaces de reaccionar ante estímulos luminosos, pueden abrir o cerrar los ojos o moverlos en dirección a la fuente sonora o a la luz de una linterna.
  3. El gusto y el olfato: Van de la mano por que el feto puede deglutir el líquido amniótico y puede sentir los olores y sabores a través de la concentración de diferentes sustancias en el torrente sanguíneo de la madre.
  4. El oído: Es el más desarrollado pues existe una conexión poderosa entre los sonidos, la música, la memoria y el aprendizaje prenatal.

No cabe duda que nuestro cuerpo es maravilloso y es fantástico saber que los bebés en el útero pueden responder a nuestros estímulos, sobre todo a la voz materna, así que ya lo sabes puedes comenzar a hacer esto con tu bebé pues según el autor del libro, hay evidencia de una memoria prenatal.