Una de las cosas que comúnmente nos dicen a las embarazadas es: “duerme mucho, porque después no volverás a dormir como ahora”. La mayoría lo tomamos como algo exagerado en el momento, pero naciendo el bebé, ANHELAS TENER UNAS HORAS SEGUIDAS DE SUEÑO, y entiendes totalmente esa recomendación.

Los primeros días, o más bien, los primeros meses, después del nacimiento del bebé, son agotadores pues nuestros bebés no saben de horarios de sueño. Ellos se despiertan según sus necesidades, ya sea que tengan hambre, frío, o necesiten sentirse seguros. Y por supuesto, su madre está ahí para satisfacer esas necesidades, no importando la hora, ni el lugar.

¿Por qué mi bebe no duerme?, ¿por qué no duerme más horas de noche?, ¿por qué pide pecho en todo momento?, ¿por qué solo quiere dormir en los brazos?, son las preguntas más frecuentes en las madres primerizas.

Te comparto que los primeros días después de los nacimientos de mis hijos fueron pesados, pero lo que me funcionó mucho fue dar el pecho a libre demanda, hacer colecho con el bebé (que durmiera en una cunita al lado de mi cama, o en mi cama, según lo cansada que estuviera) y por supuesto el apoyo de mi mamá o algún familiar. Porque tú como mamá requieres apoyo, no para que atiendan a tu bebé, sino para los quehaceres de la casa, la preparación de la comida, para que te lo cuiden 5 minutos para bañarte. SÍ 5 MINUTOS, o 2 minutos para ir al baño; porque un recién nacido no te da más tiempo, y tú no quieres, ni puedes escucharlo llorar, tu instinto no te lo permite.

Algunos datos importantes para que vivas los primeros meses después del nacimiento de tu hijo(a) más tranquila:  Los bebés recién nacidos (en las primeras semanas) no pueden obtener el alimento que requieren si duermen toda la noche; los bebés necesitan recibir la leche materna por lo menos de 8 a 12 veces cada 24 horas, por lo general cada 2 o 3 horas; y la mayoría de los bebés gradualmente van durmiendo por periodos más largos durante la noche, pero aún así, los bebés requieren de las tomas nocturnas. Alimentarse muchas veces evita hipoglucemias y les permite mantenerse hidratados, y las tomas se hacen durante todo el día y toda la noche.

La leche materna cambia su composición durante el día y casualmente a las 4 de la mañana (aproximadamente) alcanza su pico en niveles de triptófano y melatonina. El triptófano es una sustancia que ayuda a conciliar el sueño y la melatonina induce el sueño. La prolactina, que se encarga de la producción de leche, tiene su pico entre las 2 y las 6 de la mañana (aproximadamente), por lo que las tomas que se produzcan entre estas horas, ayudan a producir la leche necesaria para el día siguiente. Y esta sustancia también ayuda a dormir tanto a la madre como al bebé, por lo que dar el pecho de noche en realidad favorece el sueño.

Hay  muchas personas que te recomendarán, darle leche de fórmula a tu bebé para que duerma más, otros hasta te recomendarán darle leche con cereales por las noches para que duerma mas tiempo, pero POR FAVOR, ¡NO LO HAGAS! El sistema digestivo de tu bebé, aún es inmaduro, no está listo para alimentos complementarios hasta algún momento a mediados del primer año, y los alimentos sólidos dados demasiado pronto pueden lastimar el estómago del bebé.

Si tu bebé pide tus brazos todo el tiempo, o solo quiere dormir en ellos, es porque en ellos consigue todo lo que necesita, calor, alimento, seguridad, cariño. Los bebés NO SE ‘MAL ACOSTUMBRAN’ A LOS BRAZOS, ELLOS NACEN ACOSTUMBRADOS A TUS BRAZOS PORQUE EN ELLOS SATIFACEN TODAS SUS NECESIDADES.

Tal vez para este mundo ajetreado no sea lo Ideal. SÉ QUE QUISIERAS QUE NO DESPERTARA EN TODA LA NOCHE, pero con esta información puedes darte cuenta el por qué de sus despertares constantes, y su necesidad de estar contigo. Confía en tu instinto, NO LO DEJES LLORAR, para que se acostumbre a dormir solo, o porque “aún no le toca comer”, no está haciendo nada que no sea normal, y sano para su desarrollo. ES UNA ETAPA que forma parte de su proceso evolutivo, poco a poco irá adquiriendo la confianza para irse separando de ti, y extrañarás cogerlo en brazos.

Nos leemos en el próximo artículo.

Bendiciones de mi corazón al tuyo,