El pediatra y especialista Florencio de Santiago nos da algunos consejos para utilizar el aire acondicionado cuando hay un bebé en casa.

La temperatura de una casa tiene que estar entre los 21 y 24 grados en el día, por la noche 19 a 21 grados, debido a que los bebés son sensibles a los cambios de temperatura.

Será necesario que haya una buena ventilación en nuestra casa, se recomienda que exista una entre 30 y 50% de humedad. Por supuesto que esto se puede controlar debemos de tener un termómetro y un higrómetro (instrumento para medir la humedad del aire) en casa.

Pero en caso de tener aire acondicionado en nuestra casa, es necesario tomar en cuenta estos 7 consejos para utilizarlo adecuadamente:

  1. Acondicionar toda la casa. Si vamos a usar aire acondicionado, es necesario que todos los cuartos de la casa lo tengan, de tal forma evitaremos los cambios bruscos de temperatura, ya que si los tienen podría afectar su sistema inmunológico.
  2. Temperatura adecuada. Para evitar cambios bruscos de temperatura del interior de la casa al exterior, en ninguno de los dos casos se debe superar los 10º de diferencia.
  3. Distancia. Es necesario no colocar al bebé cerca del aire acondicionado, para que este no le dé directamente.
  4. Humedad. A veces el aire acondicionado puede producir escozor, picor de ojos, sequedad o irritación de las mucosas respiratorias, por lo cual debemos conseguir que las habitaciones tengan humedad, se puede usar un humificador de aire frío, un recipiente con agua en el dormitorio durante el verano o toallas húmedas en el radiador en el invierno.
  5. Humificador. Si utilizas el humificador, este no debe superar nunca el 50% de humedad, ya que si aumenta puede producir hongos en el ambiente y producir alergia en el pequeño.
  6. Tiempo. No debemos tener encendido todo el tiempo ni el aire, ni el humificador, es bueno que de vez en cuando entre la ventilación del exterior.
  7. Limpieza. En caso de que el aire tenga filtros, debemos darnos tiempo para limpiarlos frecuentemente, ya que puede que estos acumulen polvo, ácaros, hongos y más cosas en su interior, lo que puede provocar que el aire tenga una consecuencia grave en nuestros pequeños.