Cada año nacen más de 15 millones de niños prematuros, la cifra va en aumento según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), debido a eso un grupo de expertos del Nationwide Children’s Hopital decidieron hacer un experimento para determinar cómo se desarrolla el cerebro de un bebé prematuro.

En el estudio se analizó la respuesta cerebral de 125 bebés nacidos entre las semanas 24 a 36  y con 38 a 42 semanas, la investigación fue publicada en Current Biology y demostró que las primeras experiencias de contacto del bebé, tienen efectos duraderos sobre la forma en que sus cerebros responden a las caricias cuando los dan de alta.

Demostraron que era probable que un bebé prematuro tuviera una respuesta cerebral reducida a caricias, pero si los padres permanecían más tiempo con ellos acariciándolos, la respuesta era mayor; esto fue una gran ventaja sobre los que tenían que pasar por procesos incómodos o dolorosos.

La importancia del tacto suave para un desarrollo sensorial en recién nacidos y prematuros, resulta una de las evidencias más importantes del momento.

“Asegurarse de que los bebés prematuros reciban un estímulos positivo y de apoyo como el cuidado de piel a piel de los padres es esencial para ayudar a que su cerebro responda a una caricia de manera similar a los de bebés que experimentaron un embarazo completo en el útero materno. Cuando los padres no pueden hacer esto, los hospitales podrían considerar recurrir a terapeutas ocupacionales y físicos para proporcionar una experiencia táctil cuidadosamente planificada, algo que a veces falta en un entorno hospitalario”, dice la autora del estudio Nathalie Maitre del Hospital Nacional de Niños y Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos.

Con base en estos nuevos hallazgos, Mitre y sus colegas buscan nuevas formas de ayudar positivamente en la Unidad de Cuidados Intensivos Neotales (UCIN) e investigarán cómo la respuesta cerebral de un bebé al tacto interactúa con su respuesta cerebral al sonido de la voz de sus padres.